¿Crees que lo has oído todo? Así es como se lava el pelo correctamente.
Lo primero para aprender a lavarse el pelo correctamente es averiguar con qué frecuencia hacerlo. Probablemente te hayan hecho creer que lavarse el pelo cada dos días es la mejor manera de conseguir un cabello increíble. ¡Pero, chicas perezosas, regocijaos! ¡No deberíais lavaros el pelo tan a menudo!
No hay un número mágico que indique con qué frecuencia hay que lavarse el pelo, pero la mayoría de las veces la respuesta es MENOS de lo que probablemente estás haciendo. Entonces, ¿es malo lavarse el pelo todos los días? Absolutamente sí. ¿Es malo lavarlo un par de veces a la semana? Tal vez no, dependiendo de tu cuero cabelludo. Lo que queremos enfatizar es que *puede* que te estés lavando el pelo con demasiada frecuencia, pero cada persona es diferente.
Intenta pasar el mayor tiempo posible (digamos una semana como máximo) antes de lavarte el pelo para ver cómo reacciona. Eso puede significar optar por un peinado para cabello graso o prolongar tu look con (¡un poco!) de champú seco. Cuanto menos te laves el pelo, más se reajustará tu cuero cabelludo y producirá menos sebo, lo que te permitirá pasar aún más tiempo sin champú.
¿Por qué es malo lavarse el pelo todos los días?
Aunque pueda parecer que dejas que tu cabello se ensucie demasiado si no lo lavas a la primera señal de grasa, ¡en realidad es lo que tu cabello espera! No nacemos amando el jabón y nuestros cuerpos tienen procesos de limpieza naturales (¡hasta cierto punto!), así que cuando intentamos eliminar ese aceite del cuero cabelludo que en realidad es bueno para ti, estás eliminando aceites esenciales que ayudan al crecimiento del cabello. Si eso no es suficiente para ti, debes saber que cuando eliminas estos aceites con demasiado lavado, ¡tu cabello comienza a producir más aceites para reemplazar los que se han perdido! Es decir, ¡ese cabello graso del que creías que te estabas deshaciendo!
¿Con qué frecuencia debes lavarte el cabello si es graso? Intenta espaciar los lavados más de dos días, pero observa con atención los champús que usas cuando te lo laves. Los champús clarificantes son excelentes, ¡pero deben usarse junto con un champú más suave! Nos encantan los exfoliantes o tratamientos para el cuero cabelludo para combatir cualquier acumulación, mientras que los champús más suaves/no clarificantes se usan con más regularidad.
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El prelavado
Antes de entrar en la ducha, prepara tu cabello para una limpieza óptima con un ritual previo al lavado: desenredar e hidratar. Cepilla el cabello cuando esté seco para que todo el proceso de lavado esté libre de nudos. El cabello es mucho más frágil cuando está mojado, así que si puedes deshacerte de la mayoría de los enredos antes del lavado, ¡habrá menos que solucionar después!
¡El prelavado es el momento perfecto para aportar hidratación extra tanto al cabello como al cuero cabelludo! Si de verdad quieres aprender a lavarte el pelo correctamente, los aceites son la clave. Algunas cosas que puedes hacer para sacarle el máximo partido al lavado:
- Utiliza un aceite casero para el cuero cabelludo la noche anterior o un tratamiento capilar prelavado para estimular el crecimiento del cabello y aportar hidratación nutritiva.
- Mientras estás en la ducha, pero antes de usar el champú, moja el cabello y exfolia el cuero cabelludo para eliminar físicamente la acumulación de productos, ¡asegurándote de que tu champú funcione aún mejor!
- ¡Ve a por todas y aplícate una mascarilla capilar completa la noche anterior! Ya deberías estar haciéndolo si alguna vez has deseado más hidratación para tu cabello. Si no, empieza a aplicarte mascarillas AHORA.
Aplicar aceite al cabello antes de lavarlo puede reducir la cantidad de agua que absorbe la fibra capilar y el grado en que las cutículas se "erizan". Esto hace que sea menos propenso a dañarse cuando está mojado, ¡a la vez que permite que parte del poder hidratante de los aceites permanezca (sin apelmazarlo)!
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Champú
¡El momento estelar de todo el proceso de limpieza es el champú! Y aunque no hay nada revolucionario en todo esto, hay algunos pequeños ajustes que podrían marcar una gran diferencia.
Por si no lo sabías, el propósito de lavarte el pelo con champú es eliminar la suciedad, el exceso de grasa y el sebo de las raíces. Entonces, ¿por qué lo extiendes por igual desde la raíz hasta las puntas? Concentra una cantidad del tamaño de una mora en las raíces y usa lo que te quede en las manos para cubrir ligeramente las puntas si tienes el pelo largo. Para cabellos cortos o medios, no necesitas una limpieza tan intensa. ¡No está TAN sucio, chicos!
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Acondicionamiento
Convencidos de que el acondicionador es lo más parecido al paraíso en la tierra, ¡no hay razón para que tu cuero cabelludo deba recibir tanta hidratación! No hay una forma "correcta" de usar el acondicionador, pero por si no lo sabías, ¡se prefiere usarlo de medios a puntas!
Usando una cantidad generosa de acondicionador, dependiendo del largo de tu cabello, concéntrate en las puntas y déjalo actuar por al menos 3 minutos antes de enjuagar con agua fría. Si bien el agua fría no es necesaria, ayuda a sellar las cutículas y a mantener el brillo y la hidratación.
Secado
Lo mejor que puedes hacer por tu cabello al secarlo es dejarlo secar al aire. Esta es la opción menos dañina de todas, además de ser la más rápida. Para preparar mejor el secado al aire, usa tus manos para exprimir suavemente la mayor cantidad de agua posible. Luego, toma una camiseta o una toalla de microfibra para el cabello y aprieta y estruja suavemente tu cabello para secarlo.
Una camiseta es ideal por sus fibras más pequeñas y suaves en comparación con una toalla, por lo que deja el cabello más suave y reduce el daño. Al secar al aire, si quieres mantener el cabello alejado de la cara, usa una pinza para sujetarlo y retírala y vuelve a colocarla cada cinco minutos para evitar que se formen torceduras en el cabello mientras se seca.
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