Cómo lavar una funda de almohada de seda
Si te encanta lo que tu funda de almohada de seda ha hecho por tu rutina de belleza (ejem, mucha menos rotura, encrespamiento y, en general, días de cabello mucho mejores), ¡entonces querrás que te dure el mayor tiempo posible! No es muy diferente a tu vieja funda de almohada de algodón, pero deberías aprender las sutiles diferencias en cómo lavar la seda para que tu funda dure más, ¡pero también se vea mejor!
La seda, una fibra natural, contiene proteína de seda que le brinda a tu cabello esos increíbles beneficios. Por esta razón, querrás evitar la alcalinidad al lavarla (como los detergentes fuertes). Puedes pensar en tu funda de almohada de seda como si fuera tu propio cabello: no quiere nada demasiado químico, demasiado caliente o demasiado abrasivo.
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Use agua fría o fresca.
Una funda de almohada de seda de alta calidad utilizará seda 100% pura y natural, por lo que es importante cuidar sus delicadas proteínas y el revestimiento de aminoácidos que se produce naturalmente en sus fibras. De hecho, ¡esas son las que le dan a tu cabello todos los beneficios de la funda de almohada de seda ! Mantén la temperatura del agua, ya sea lavando a mano o a máquina, a una temperatura fría o fresca; lo ideal es que sea inferior a 30℃.
Para cuidar aún más tu funda de almohada, recomendamos lavarla a mano siempre que sea posible. Pero, definitivamente no es imprescindible, ¡ya que un ciclo suave también es lo suficientemente delicado para la seda!
Sustituya por un detergente suave.
Una vez más, la clave para aprender a lavar una funda de almohada de seda es preservar todas las propiedades beneficiosas que se encuentran naturalmente en la fibra de seda. La seda, o más específicamente la proteína de seda, puede deteriorarse fácilmente con productos químicos agresivos, especialmente los jabones, debido a la solución alcalina. Use un detergente suave que no contenga ingredientes como fragancias o blanqueadores al lavar su funda.
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Colgar para secar.
Dale a tu lujosa funda de almohada de seda el ciclo de secado que se merece, no un olvidado secado en secadora a alta temperatura. Después del lavado, lo mejor es dejar que tu funda de almohada se seque al aire, ya que el calor puede dañar los beneficios de la seda que se encuentran en sus fibras. Usa un colgador de pantalones con pinzas, un tendedero o extiende tu funda sobre una superficie que no sea de madera. Esto permitirá que tu funda de almohada dure muuuucho más (al igual que tu otra ropa, por cierto).
Además, nunca lo retuerza para secarlo ni lo seque bajo la luz solar directa. Básicamente: la mejor manera de lavar una funda de almohada de seda es tratarla como si fuera su propio cabello, una fibra igualmente delicada que requiere cuidados especiales.
Sin lejía
Probablemente ya lo adivinarás: ¡no uses lejía en tu funda de almohada de seda! Incluso si compras la seda del tono más blanco, la lejía es severamente alcalina (lo que la hace corrosiva), por lo que puede disolver la proteína de la seda. Si te importa tu funda de almohada, ¡evita cualquier ingrediente blanqueador!
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Enjuague con unas gotas de vinagre.
Un dato menos conocido sobre cómo lavar una funda de almohada de seda: ¡el vinagre puede restaurar en gran medida el brillo, la suavidad y el lustre de tu funda de almohada! Si la lavas a máquina, añade unas 2 cucharadas soperas de vinagre aproximadamente. Puedes hacerlo a ojo, no tiene que ser exacto, pero ten en cuenta que con el vinagre, un poco es suficiente.
Si vas a lavar a mano, puedes usar aún menos: unas gotas o 1 cucharada de vinagre serán suficientes. Añádelo al agua y, una vez que la funda de almohada esté completamente sumergida, déjala reposar durante no más de 5 minutos. Agita para que se empape por completo y enjuaga con agua fría.
